25 AÑOS DE DEDICACION A LA FUNDACION SAN VALERO

   Coincidiendo con la celebración del Patrón de la ciudad y de nuestra Fundación, tuvo lugar la celebración de sus 25 años de dedicación a la institución de varios companeros de la Fundación San Valero ( Carlos Royo, Manolo Cortés, Miguel Angel García, Fernando Herranz, Pedro Miranda y Guido Gomez), fue un acto precioso, con intervenciones preciosas tanto de los homenajeados, como de sus compañeros, en un montaje auiovisual muy bien preparado. En ese acto se reflejo como nunca, lo que ha sido el espíritu de servicio y entrega incondicional al alumno, que ha inspirado a esta Escuela de Formación desde hace ya más de 50 años.

 Transcribo, contando con su permiso por supuesto, las emotivas palabras  que preparo para ese día ManoloCortés.

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A LA COMUNIDAD DE SAN VALERO

29/01/2006

Queridos amigos, paz y bien:
 

1980 es el inicio de mis 25 años de andadura como profesor en San Valero. Pero los lazos de unión con San Valero me remontan a 6 años antes. Fue en el 74, entonces con 16 añazos, alumno novato de San Valero, cuando el filósofo y practicante sacerdote: Jesús María González Herrán, tras verme fumar a escondidas en un rincón del recreo, se me llevó a su despacho del antiguo centro en Delicias. En esa pequeña trayectoria entre recreo-escaleras y como buen recién salido escolapio, enseguida soñé con esos 3 o 4 dedos marcados a la altura de la mandíbula y el posterior comunicado a mis queridísimos y fecundos padres.Mis ojos se debieron abrir, como búho que escanea ratón de 100 Kilos, al salir de su voz una corta frase que identificaría nuestra cariñosa relación de 30 años. “¿Quieres un cigarro?”

Ese fue el punto de flexión donde “algo” y “alguien” se hacen diferentes, vitales, y por ende necesarios en mi vida; Por su puesto ese algo: “el Centro San Valero”; ese alguien: “los alumnos y mis cercanos compañeros”

Conseguir ese fenómeno tiene receta: La educación en la amistad y el trabajo en la humildad, en el servicio a los demás y en un elevado porcentaje de gratuidad. Todo ello, envuelto en ilusión y esperanza que me envía personalmente mi querido Dios.

Para ofreceros semejante comilona, os he preparado una receta:

LA RECETA

Ingredientes para una persona:

ü      Alumnos

ü      Amistad

ü      Trabajo

ü      Humildad

ü      Servicio

ü      Gratuidad

ü      “Tupperware” de Fe

La preparación:

ü      Ponemos la amistad sobre una sartén totalmente limpia, a fuego lento, muy lento, cuando está a temperatura de 19 a 21 grados, echamos de uno en uno los alumnos.

ü      Vamos sazonando amistad a la vez que removemos-renovamos los alumnos.

ü      Constancia, mucha constancia en este trabajo bien planificado y preparado: diluir los altibajos

ü      Si se nos olvida comprar algún ingrediente o en la tienda nos han cambiado azúcar por pimienta, no le echamos la culpa a nadie, sólo debemos sobreponernos e ir nosotros mismos a cambiar el producto.

ü      Generalmente la cocción tarda 50 minutos, pero es conveniente estar hasta 11 minutos más. Ni que decir, que esta receta es mejor hacerla en horas no lectivas.

ü      Cuando lo tengamos preparado y -sin probarla personalmente-, hay que mantenerla en un tupperware o envase al vacío de Fe y Esperanza.

ü      En su punto, servirla en mesa redonda a vecinos y amigos.

Pues bien, San Valero, todos estos años y gracias a Dios, no me ha dejado insensible; siempre intento hacer valer y apoyarme, en todas esas enseñanzas que al estilo Jesús María, otros muchos en pasado y en presente dejan huella: Rafa, Santiago, José Ramón, Kike, Carlos Jaime, Guido, Isidoro, Marisa, Luis, Juanjo, Carmen, Jesús, José Luis, Fernando, Angelines, Andrés, Javier, Paco Pepe...  y un largo etc. de fieles amigos, cada uno a su manera. Me gustan los hombres con nombre...
 

Y desde mis 25 años, sobre todo a los de más cercana “contratación” me refiero a profesores y personal de servicios o, “creaciones”, y me refiero a la USJ, os ESPOLEO a trabajar ese estilo por el que San Valero es hoy positivamente diferente y por añadidura, grande.

 

Un besote y gracias por vuestra asistencia.

Manuel Cortés

Alumno-Profesor