NO SOLO RACISMO
Desde luego que ni el señor Etoo ni nadie, tiene porque soportar expresiones racistas de ningún tipo, y que si el bochornoso espectáculo de ayer en La Romareda, - digo bochonorso porque es triste que desde la RFEF y los clubs no se hayan puesto en marcha previamente medidas educativas un poco imaginativas-, sirve para empezar a solucionar el problema, bienvenido sea, pero pregunto, que pasa con las barbaridades y blasfemias de todo tipo, que se dicen en los campos de futbol con total impunidad desde hace años, sin que nadie se preocupe de otra cosa que si se mete la pelotita en la porteria.
Desde hace años en el sadar, hoy Reino de Navarra, - tristemente me llegan noticias de que en mas sitios-, se corea por su grupo radical - indar gorri creo que se llaman semejantes individuos-, una frase contra la Virgen del Pilar, que no me atrevo a reproducir por la bestialidad que es, que el que suscribe ha escuchado personalmente al menos tres años, sin que ni Policia Foral, ni Nacional, ni directiva del Osasuna, ni Liga de Futbol Profesional, ni Federación de Futbol, ni nadie haga ni "leches". A los medios de comunicación tampoco les ha preocupado en demasía este problema, y nuestro Zaragoza, se ha limitado a una nota de protesta educada; señores si hay que amenazar con dejar de jugar se hace, que ya esta bien.., carajo.
Y por favor pongamos esto en relación con el reciente problema de las blasfemias contra mahoma por un periódico danés.
2 comentarios
rojillo -
Anónimo -
Por supuesto que lo del Reyno de Navarra es una burrada, pero no constituye, en modo alguno, un argumento de peso para exculpar lo de La Romareda. No digo que lo expongas para justificar la estupidez de esa parte del público del Zaragoza, pero sí que afirmo que no es forma de intentar atajar este problema; y, desde luego, me parece irreverente que lo menciones en relación a este hecho.
Que hay gente racista e irrespetuosa en La Romareda es un hecho, no consuela en absoluto que en el Reyno de Navarra hagan o digan cosas peores. Critica el hecho per sé, analízalo, intenta atajarlo encontrando sus claves y, entonces, lo extrapolas. Si no, tu argumentación parece vertida a ojo de buen cubero; es tan blanda como un bizcocho recién hecho.