PASIONES COMUNES Y LISTAS ABIERTAS
Artículo publicado en Aragón Digital ( Tribuna Digital) http://www.aragondigital.es/
El otro día escuche una entrevista a Fernando Sánchez Dragó en relación a su nuevo libro; “ Y si habla mal de España es que es Español”, en el que decía que de España ya sólo quedan dos señas de identidad ; el idioma y la pasión, ya sea a favor o en contra, por los toros. No hay que olvidar que este singular autor, es un apasionado por la simbología mito-antropológica de nuestra fiesta nacional.
Yo obviamente extendería nuestras pasiones hispanas comunes a la tortilla de patata, la paella dominical, la ingesta de cañas y vinos en las estrechas calles de nuestros cascos viejos, y por supuesto a la celebraciones populares por motivos Religiosos, sociales o meramente costumbristas, de nuestras devociones Marianas, de nuestros Santos y Santas locales, y por supuesto de las procesiones de Semana Santa.
Y en lo que se refiere a la otra fiesta nacional, la del fútbol, para mí también tiene algo de mítico; cada vez que el Real Zaragoza ha jugado una final, yo he visto a Sancho Ramírez y Pedro I, conquistando Huesca, y a Alfonso I el Batallador haciendo lo propio con Zaragoza.
Pero al margen de esto, si verdaderamente hay algo en lo que coincidimos todos los españoles es en que el Madrid y el Barcelona parten con ventaja en todos los campeonatos ligueros, y que las elecciones más verdaderas son las elecciones municipales.
Frente a lo primero que es consecuencia inevitable del poderío y trascendencia social, económica y mediática, de los citados dos clubes, poco se puede hacer, ya que por más que se denuncie, las cosas no cambian años tras año...; y algunas heridas abiertas tenemos todavía en Zaragoza. Todo lo más se me ocurre que los 18 clubes de primera división jueguen una competición distinta, y que así Madrid y Barcelona tengan la oportunidad de jugar 38 partidos del “siglo” anuales.
Y en lo que se refiere a las elecciones, si es tan claro que cuando llegan las elecciones municipales el personal en general opina que estas son mucho más verdaderas, porque se vota a personas cuyas características y gestión se conoce, es inevitable preguntarse porque no se pueden trasladar esquemas parecidos a las elecciones generales.
¿Que razón ahí para que no se reforme el sistema electoral, ni tan siquiera para permitir que se pueda votar a aquellas personas que se consideren mejores, con independencia del partido al que pertenezcan? ¿Quizás porque es mejor conservar mayor capacidad de decisión en los aparatos de los partidos, en lugar de ceder este margen a los ciudadanos?
Son muchas la variaciones que nuestro sistema electoral permite, y la mayoría de ellas, por no decir todas, lo mejorarían, pero una muy simple, la de aplicar al Congreso Diputados el mismo sistema de listas abiertas que se utiliza para elegir a los senadores, serviría para sanear enormemente nuestra democracia. ¿Porque no dejar que el elector vote a María García o Juan López, en lugar de a una lista del partido X, Y o Z, prediseñada en las oficinas de cada partido? Fernando Lostao Crespo Abogado.
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Ruth -