RETAZOS DEL MUNDIAL
( Artículo publicado en Tribuna Digital, de Aragón Digital, el pasado 19.VII.2010)
Se acabaron las emociones, las ilusiones y los festejos, ya se ha acabado el mundial, y tan cierto como que lo hemos ganado, y nuestro corazón ha estado henchido de orgullo patrio y futbolero, es que todos hemos tenido volver a nuestros quehaceres, preocupaciones, lamentos y proyectos, exactamente igual que antes, compensada nuestra pequeña chulería de ganadores, con un poco de resaca de los excesos celebrativos.
Pasados unos días del tan fausto evento, es quizás una buena oportunidad de hacer y compartir tres o cuatro reflexiones de asuntos más o menos laterales o tangenciales a la competición puramente futbolística.
El primero es quizás anecdótico, pero tiene su cierta significación; no se si mucha gente ha reparado en que el primer mundial celebrado en Africa ha sido ganado por un país que tiene parte de su territorio nacional en dicho continente, evidentemente no es los mismo que lo hubiera Ghana, Argelia, Nigeria, Camerún o la propia anfitriona Sudáfrica, pero fuera de estos países, indudablemente el país más africano de todos era España, y esto me parece que ha sido poco resaltado, y sino que se lo pregunten a los miles de españoles que hicieron el servicio militar en este continente. De paso aprovecho para recomendar a los que hayan decidido pasar este verano a alguna de las localidades de la bella provincia de Cádiz, que se quiten la pereza y se lleguen a Algeciras para cogerse el Ferry y pasar a Ceuta, que desde luego le sorprenderá muy agradablemente, la muralla, el parque de Cesar Manrique o sus hermosos acantilados y playas.
Tampoco seré ajeno a entrar en uno de los temas quizás más comentado al margen de lo estrictamente futbolístico; es obvio que cuando un colectivo está bien integrado y es bien dirigido, las posibilidades de éxito se multiplican; no basta con eso, porque también se requiere esfuerzo y pericia, pero desde luego si no hay generosidad en todos, los más y los menos protagonistas, espíritu colectivo, motivación y liderazgo, tan bien entendido y ejercido como el de Vicente del Bosque, es difícil alcanzar tan altas metas como la conseguida.
Además de divertidas y originales las celebraciones de cada una de las victorias, han sido bonitas, porque han sido de todos y para todos, nada comparable con la celebración de un equipo de la liga, por más que esta sea con ocasión de un triunfo internacional. Me parece que nuestra ya maltrecha liga nacional, y digo maltrecha porque así debe considerarse a una liga cada vez más polarizada en dos equipos plenos de estrellas, y en la que el resto más que un conjunto de equipos aspirantes, es cada vez más un conjunto de equipos sobrevivientes, está quedando cada vez más eclipsada por efecto de las grandezas de nuestra selección nacional.
Pero de las celebraciones y festejos de estos días quizás podamos extraer alguna enseñanza más abstracta o general, al margen de que convendré con quien diga que no podemos sacar las cosas de quicio, y que al fin y el cabo, no se ha tratado más que de fútbol, y que nuestra querida España necesita triunfar en otros temas; por ejemplo en solidaridad, en justicia social, en libertad bien ejercida, en honradez, en esfuerzo, en innovación, en sentido colectivo, etc.. Pero tan cierto como eso, se ha puesto de manifiesto que lo que motiva al personal, lo que verdaderamente hace vibrar y genera ilusiones no son las normas, los objetivos, y me atrevería a decir que ni siquiera la remuneración o el salario, lo que genera ilusión es otro tipo de cosas, quizás saberse participe de grandes retos…, quizá creerse parte de los elegidos para alcanzarlos; en este triunfo todos con nuestras banderas, camisetas, pinturas y cánticos nos hemos creído casi tan parte de equipo como Ramos, Villa, Pique, o Casillas, y por eso nos ha sabido a gloria el triunfo. Es la historia lo de los dos picapedreros que a la pregunta que a que se dedican, uno contesto que cortar piedras, y el otro a construir catedrales.
Y terminaré con una serie de menciones especiales: la primera - como no -, para la espontaneidad y naturalidad de un Iker Casillas al que le pudo más el corazón que la cabeza o las normas sociales; claro está que si su querida Sara le hubiera preguntado como evitó que las dos claras ocasiones de Robben se convirtieran en gol, en lugar de preguntarle “como te sientes…..”, quizás la respuesta hubiera sido otra. Y también mencionar a dos Alvaros, el primero, y dejándonos llevar un poco por el orgullo local, a Arbeloa, que para eso es Zaragozano de adopción, que para eso se hizo futbolista en las categorías inferiores del Real Zaragoza, aquí tiene a su familia, y aquí se caso; y el segundo Alvarito Del Bosque el hijo con síndrome de Down de nuestro seleccionador nacional, daba gusto verle disfrutar en las celebraciones, en unos tiempos en que tan difícil es ver disfrutar a niños como él, ya que el crimen legalizado, y ahora amplificado, del aborto, los ha liquidado a casi todos.
Con Dios.
Fernando Lostao Crespo.
- Abogado -
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